Traduciendo el texto

Una vez escogido el fichero ya puedes empezar a traducirlo o añadir las modificaciones necesarias, según sea el caso. Para la edición debes utilizar un editor de texto plano que no añada caracteres extraños al fichero (no son válidos los editores de Windows) y, a ser posible, que tenga resaltado de marcas para documentos XML.

Un buen método para trabajar es abrir en "sólo lectura" el fichero "ing" y en modo de edición el fichero "xml" correspondiente. De esta forma podrás visualizar ambos de forma simultánea y asegurarte de que no modificarás por error el fichero "ing".

Durante la traducción se deben evitar en lo posible los anglicismos, ambigüedades y aquellas palabras que en otros países hispanohablantes puedan tener connotaciones soeces u ofensivas.

Cuando hay modificaciones en los ficheros originales y, por tanto, debemos actualizar y adaptar las traducciones, hay dos trucos que pueden facilitarnos el trabajo: