Quién puede querer leer este libro

Existen muchas razones por las que alguien podría querer leer este libro para instalar un sistema LFS. La pregunta que mucha gente podría hacer es "¿Por qué pasar por todo el embrollo de instalar manualmente un sistema desde cero cuando te puedes limitar a descargar una distribución ya existente?". Esta es una pregunta muy válida que espero poder contestar.

La razón más importante de la existencia de LFS es enseñar a la gente cómo trabaja internamente un sistema Linux. Construir el sistema LFS te enseña todo lo que hace a Linux funcionar, cómo trabajan juntas las distintas partes, y cómo unas dependen de otras. Y lo más importante, cómo adaptarlo a tus propios gustos y necesidades.

Uno de los beneficios claves de LFS es que tienes el control de tu sistema sin tener que confiar en la implementación de Linux de nadie. Ahora estás en el asiento del conductor y puedes dictar cada cosa, como la estructura de directorios y la configuración de los guiones de arranque. También sabrás exactamente dónde, por qué y cómo se instalan los programas.

Otro beneficio de LFS es que puedes crear un sistema Linux verdaderamente compacto. Cuando instalas una distribución normal, acabas instalando muchos programas que, probablemente, nunca usarás. Sólo están ahí gastando (precioso) espacio de disco. No es muy difícil conseguir un sistema LFS instalado en tan sólo 100 MB. ¿Todavía te parece demasiado? Algunos de nosotros hemos estado trabajando para crear un sistema LFS embebido realmente pequeño. Hemos instalado un sistema que contiene lo suficiente para ejecutar un servidor web Apache; el espacio total de disco usado fue, aproximadamente, 8 MB. Con un repaso adicional para reducirlo, se podría llegar a 5 MB o menos. Intenta eso con una distribución normal.

Podríamos comparar una distribución de Linux con una hamburguesa que compras en un supermercado o en un restaurante de comida rápida. Acabarías comiéndola sin saber exactamente qué estás comiendo, mientras que LFS te da los ingredientes para hacerte la hamburguesa. Esto te permite inspeccionarla cuidadosamente, quitar los ingredientes no deseados y, al mismo tiempo, te permite añadir los ingredientes que mejoren el sabor de tu hamburguesa. Cuando estés satisfecho con los ingredientes, continúas con el siguiente paso, mezclarlo todo. Ahora tienes la oportunidad de cocinarla a tu gusto: asarla, cocerla, freirla, hacerla a la barbacoa, o comerla cruda.

Otra posible analogía que podemos usar es comparar a LFS con una casa. LFS te dará la estructura de la casa, pero es cosa tuya instalar cañerías, enchufes eléctricos, la cocina, la bañera, el papel pintado, etc.

Otra ventaja de un sistema Linux hecho a la medida es la seguridad añadida. Compilar el sistema entero a partir del código fuente, te permite, si lo deseas, supervisar todo y aplicar todos los parches de seguridad que quieras o necesites. No tienes que esperar a que alguien te provea de un nuevo paquete binario que tape ese agujero de seguridad. Además, no tienes ninguna garantía de que ese nuevo paquete verdaderamente solucione el problema (adecuadamente). Nunca podrás saber realmente si un agujero de seguridad está solucionado a no ser que lo hagas por ti mismo.