Cómo instalar los programas

Antes de que empieces a usar el libro LFS debemos señalar que todos los comandos asumen que estás usando el intérprete de comandos bash. Si no es el caso, los comandos pueden funcionar pero no podemos garantizarlo. Si no quieres complicarte la vida, usa bash.

Antes de que puedas empezar a hacer algo con un paquete, debes desempaquetarlo. A menudo los archivos están empaquetados con tar, y comprimidos con gzip o bzip2. No vamos a escribir cada vez cómo desempaquetar un archivo. Vamos a explicarlo una vez, en esta sección.

Para empezar, sitúate en el directorio $LFS/usr/src ejecutando:

cd $LFS/usr/src

Si un archivo está empaquetado con tar y gzip, se desempaqueta con uno de estos comandos, dependiendo del nombre del archivo:

tar -xvzf archivo.tar.gz
tar -xvzf archivo.tgz

Si un archivo está empaquetado con tar y con bzip2, se desempaqueta ejecutando:

bzcat archivo.tar.bz2 | tar -xv

Hoy en día la mayoría de los programas tar, pero no todos, están modificados para poder utilizar ficheros bzip2 directamente. Utilizan los parámetros -I, -y o -j, que funcionan de forma similar al parámetro -z para manejar ficheros gzip. El comando anterior funciona sea cual sea la forma en que tu sistema haya modificado tar.

Si el archivo sólo está empaquetado con tar, ejecuta:

tar -xvf archivo.tar

Cuando se desempaqueta un archivo, se creará un nuevo directorio en el directorio actual (y este libro asume que los archivos se desempaquetan en $LFS/usr/src). Por favor, sitúate en ese nuevo directorio antes de continuar con las instrucciones de instalación. Cada vez que este libro mencione la instalación de un paquete, previamente debes desempaquetar el archivo fuente y entrar (cd) en el directorio recién creado.

De vez en cuando deberás manejar ficheros individuales como, por ejemplo, los parches. Estos ficheros normalmente están comprimidos con gzip o bzip2. Antes de poder usarse deben descomprimirse.

Si un fichero está comprimido con gzip, descomprímelo con

gunzip fichero.gz

Si un fichero está comprimido con bzip2 descomprímelo con:

bunzip2 fichero.bz2

Después de haber instalado un paquete, pueden hacerse dos cosas con él: se puede eliminar el directorio que contiene las fuentes, o conservarlo. Recomendamos encarecidamente eliminarlo. Si no lo haces, y tratas de reutilizar las mismas fuentes más adelante en el libro (por ejemplo, reutilizando las fuentes del Capítulo 5 en el Capítulo 6), puede no resultar como esperas. Los fuentes del Capítulo 5 tendrán las opciones de tu distribución anfitriona, que no siempre van a ser adecuadas para el sistema LFS cuando entres en el entorno chroot. Incluso ejecutar algo como make clean no garantiza siempre una jerarquía de fuentes limpia.

O sea, evítate problemas y simplemente elimina el directorio con las fuentes inmediatamente después de la instalación, pero conserva el paquete descargado por si lo necesitas de nuevo.

Hay una excepción: las fuentes del núcleo. Tenlas a mano ya que vas a necesitarlas más adelante en el libro, cuando construyas un núcleo. Antes de eso nada va a utilizar las fuentes del núcleo, de modo que no van a interferir. No obstante, si tienes limitado el espacio en disco, puedes eliminar las fuentes del núcleo y desempaquetarlo más tarde cuando sea necesario.